La práctica terapéutica del mindfulness consiste en observar la realidad en el momento presente, sin intención de juzgar y con total apertura y aceptación.
Este método ha demostrado ser útil en diversos problemas, tanto psicológicos como físicos, así como un efecto positivo en la relación terapéutica y la adquisición de habilidades importantes para la práctica psicoterapéutica.
El concepto de mindfulness es relativamente nuevo, aunque esta técnica se originó hace unos 2500 años. Alcanzó la cima en particular con la figura de Siddhartha Gautama (Buda Shakyamuni), quien fue el iniciador de una tradición religiosa y filosófica mundial (budismo), cuya piedra angular es la práctica de la atención plena.
La psicología ha intentado incorporar esta práctica al proceso psicoterapéutico desde la década de 1960. Sin embargo, a partir de 2002, algunos investigadores y psicólogos clínicos mostraron un creciente interés en los beneficios potenciales que esto podría tener en el tratamiento de pacientes.
En 2004 Bishop, lo definen como “una forma de atención centrada en el presente, sin juicios y sin procesamiento en la que cada pensamiento, sentimiento o sensación que entra en el campo de atención se reconoce y acepta por lo que es”.
Componentes del mindfulness en la aplicación terapéutica
Según Vásquez (2016), Pérez y Botella (2006), entre otros autores, los componentes del mindfulness derivados del Zen (la escuela budista Mahāyāna):
- Concéntrese en el momento presente: en lugar de ser consciente del pasado o del futuro, concéntrese en el momento presente.
- Apertura a la experiencia: la capacidad de observar la experiencia sin utilizar el filtro de las propias creencias, una cualidad llamada “mente de principiante” en Zen.
- Aceptación: experimentar los eventos tal como son.
- Dejar pasar: implica soltar algo a lo que nos hemos aferrado.
- Intención: Al meditar no debes tratar de lograr un objetivo inmediato, solo debes asistir con plena conciencia de lo que estás haciendo.
Bondades del mindfulness
Algunos autores señalan que la atención es beneficiosa para varios aspectos de nuestra vida y salud, como son:
- Reduce el estrés y la ansiedad
- Mejora la autoestima
- Aumenta la productividad
- Mejora la calidad del sueño
- Mejora la memoria y la atención
- Reduce el riesgo de infarto
- Bienestar mental
- Educación
- Social
- Regulación emocional
Neurociencia vs mindfulness
Investigaciones neurocientíficas ratifican que la práctica de mindfulness conduce a cambios inmediatos en nuestro estado mental. Además, a medida que la práctica continúa con el tiempo, lo que inicialmente era solo un cambio funcional temporal se convierte en un cambio permanente en la estructura del cerebro.
En consecuencia, modifican multitud de patrones de comportamiento y reacciones de una persona, lo que tiene un efecto multiplicador en su vida y en sus relaciones interpersonales. Entre lo que podemos mencionar:
Corteza cerebral
Primer trabajo de Lazar del Hospital General de Massachusetts. Dónde se examinaron los cerebros de 20 voluntarios occidentales con amplia experiencia enmeditación (9 años en promedio) sobre la base de resonancia magnética.
El hallazgo del estudio fue que había un mayor espesor de la corteza cerebral en ciertas áreas del cerebro de los meditadores. Donde las áreas involucradas fueron la ínsula derecha y la corteza prefrontal derecha, que están claramente asociadas con la atención sostenida.
Uno de los hallazgos clave del estudio fue que la activación de las redes neuronales asociadas con los mecanismos de atención sostenida ocurre de manera diferente según la experiencia meditativa.
Esto sugiere que hubo un cambio en la plasticidad neuronal en los cerebros de los meditadores más experimentados. Es decir, podrían alcanzar los mismos estados de concentración que el practicante promedio, pero sin tener que esforzarse tanto para concentrarse.
Aplicación terapéutica
Estudios muestran que la atención plena se puede utilizar en una variedad de entornos y, en algunos casos, como un complemento terapéutico.
Aplicaciones clínicas
A continuación, según Vásquez, se enumeran los posibles usos clínicos de mindfulness con evidencia científica comprobada:
- Estrés Angustia
- Trastornos del estado de ánimo
- Trastornos de ansiedad
- Somatización
- Abuso de sustancias
- Trastornos alimentarios
- Trastornos de personalidad
- Dolor crónico
- Cáncer
- Enfermedad cerebrovascular
- Atención Déficit
Además, los resultados clínicos obtenidos con su uso en hipertensión arterial, esclerosis múltiple, fibromialgia y artritis reumatoide.
Aplicación en psicoterapia
Algunas de las terapias que han optado por incluirlo como complemento:
- Terapia de Aceptación y Apego
- Psicoterapia Gestalt
- Terapia Breve de Relación
- Terapia Cognitiva y Dialéctico-Conductual Basada en Mindfulness
- Reducción del Estrés basada en Mindfulness.